viernes, 3 de julio de 2009

Critican negligente actuación de la Junta en Valcorchero


Ecologistas Plasencia desea poner de manifiesto su profundo disgusto ante las últimas acciones acometidas por la Junta de Extremadura en la dehesa de Valcorchero.

Con la excusa de la prevención de incendios, antes del verano algunos operarios se dedicaron a talar los árboles secos que se hallaban en dicho paraje. Dicha acción, aunque discutible, podría parecer loable si no fuera porque la madera resultante de dicha tala continúa esparcida en el mismo lugar de la corta, precisamente ahora que nos encontramos en la época de mayor riesgo de incendio.


Desde un primer momento la asociación ecologista desconfió de que la prevención del fuego fuera la razón última de la tala, y por ello exige que el responsable político o el técnico que cursó la orden dé explicaciones del porqué de esta desidia, ya que en caso de que se produzca algún incendio en la zona, sus efectos se verán potenciados por la madera desparramada, la cual facilitaría la extensión y propagación del mismo. Ecologistas Plasencia estima que, en caso de darse la situación descrita, también habría que exigir responsabilidades a esa o esas personas.

Los ecologistas concluyen que nunca se debería utilizar a la naturaleza para experimentos tales como repartir cemento, talar árboles o bajar las cifras del paro, ya que existen otros destinos en los que el dinero gastado redundaría más en beneficio del ciudadano, como por ejemplo el mantenimiento de parques y jardines o la limpieza viaria. No se puede olvidar que estos árboles que ahora yacen destrozados servían de refugio a buen número de aves insectívoras y rapaces nocturnas que contribuyen –o contribuían- a hacernos más llevadero el verano eliminando grandes cantidades de insectos y roedores.

Por todo ello, emplazan a los políticos y técnicos al servicio de la Junta para que dejen de justificar decisiones absurdas con argumentos peregrinos, como en el caso que nos ocupa: a la luz de los hechos, resulta más que evidente que nunca existió intención alguna de prevenir un incendio, y sí en cambio un deseo de maquillar las cifras del paro a expensas de despilfarrar dinero del erario público precisamente en un contexto en el que deberían extremar la buena gestión del mismo.