domingo, 13 de septiembre de 2009

Celebran el llamamiento de Fernández Vara para que se ahorre agua


El grupo ecologista placentino se congratula sinceramente de que el Presidente de la Junta de Extremadura aconseje a los extremeños economizar agua, y emplaza al Ayuntamiento de Plasencia a que haga los deberes y se ponga cuanto antes manos a la obra.
Ecologistas Plasencia viene mostrando creciente preocupación por el despilfarro de agua que se produce en la ciudad, situación que ya denunció en marzo de 2008.

La queja de los ecologistas venía fundamentalmente originada por las trece fuentes de agua potable (dos de ellas de doble boca) por las que corre agua las 24 horas del día, lo cual –calcularon- suponía verter al alcantarillado 53 millones de litros por año, con el agravante de que se trata de agua tratada y potabilizada, cuyo coste sin duda sale de los sufridos bolsillos de todos los placentinos.

En los dieciocho meses que han transcurrido desde entonces, el Ayuntamiento ha hecho caso omiso de sus quejas, y el agua ha seguido manando alegremente. El Presidente de la Junta, sin saberlo, viene a dar la razón a Ecologistas Plasencia cuando advierte que los períodos de sequía -que sin duda se agravarán con el cambio climático-, incitan a que cambiemos el modelo derrochador en que nos vemos inmersos por otro basado en la responsabilidad, la eficiencia y el ahorro.

Enlace relacionado:

Vara pide a los extremeños que ahorren agua


Petición a CHT y Consejería de Medio Ambiente para que realicen trabajo coordinado y eficaz en la defensa de los ríos extremeños

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Discrepan del estudio que avala el buen estado río Jerte


Ecologistas Plasencia agradece la petición del estudio del estado del río Jerte por la concejalía de Desarrollo Sostenible, pero discrepa de los resultados dados por la Confederación Hidrográfica del Tajo, pues el aspecto de sus aguas no sugiere eso.

Demanda, de nuevo, a la C. H. del T. y a la Consejería de Medio Ambiente, una mayor implicación en las labores, a ellas encomendadas, en lo que a la custodia, preservación e inspecciones de nuestros ríos atañe, aplicando todo lo que la Ley al respecto pone en sus manos; actuando coordinadamente con ayuntamientos, en vías de terminar con la presencia anómala de productos fitosanitarios que son arrastrados por las lluvias, desembocando en las aguas del río, así como otros vertidos industriales y de aguas residuales sin depurar.
También, si es el caso, sancione las infracciones, retirando, si se confirman las ilegalidades, las licencias de explotación de balsas para riego y sancionando a los infractores que mediante bombeo puedan estar esquilmando a todos, un recurso universal como es el agua, pues el volumen circulante de agua es un parámetro muy importante en el agravamiento de la saturación de abonos y otros productos que el río Jerte sufre desde hace más de cinco años, momento en que empezaron a aparecer los primeros signos de “nata” sobrenadante,y que Ecologistas Plasencia denunció, sin que se haya hecho hasta ahora nada por corregirlo.

Para Ecologistas Plasencia, es de agradecer que la concejalía de “Desarrollo Sostenible”, haya procedido a la petición del estudio del estado de las aguas del río Jerte a su paso por la ciudad de Plasencia, sin embargo, discrepan del resultado del mismo, dado por la CHT, en el que concluye que la calidad del agua es buena.
Para los ecologistas, no puede ser de otra manera, pues tanto el color y olor de sus aguas, así como la presencia de las algas presentes en su cauce, no pueden indicar, más que un proceso de eutrofización galopante.
Una vez más esta asociación se ve en la obligación de pedir a la CHT y la Consejería de Industria y Medio Ambiente la demostración de una mayor implicación en defender y salvaguardar, nuestros ríos ante el lamentable estado en que se encuentran y que ya nadie cuestiona siendo la situación del Jerte el paradigma de cómo unas aguas pueden llegar a degradarse sin tan siquiera haber hecho algo para evitarlo.
No es un problema solo del Jerte, este proceso de gradual degradación afecta cada vez más a un mayor número de ríos, gargantas y arroyos de nuestra provincia, asistiendo cada año a un número frecuente de prohibiciones o recomendaciones de no bañarse en zonas hasta entonces aptas.
Además, añaden los ecologistas; a esta agónica situación se suman los bajos caudales en muchos de nuestros ríos, gargantas y arroyos durante este verano; imputando esto, a la anómala situación que cada vez más se confirma, de extracciones ilegales de agua del cauce de los mismos, tributarios de cuencas más importantes y agravando aún más si cabe esta merma de caudal, las construcciones de enormes balsas para riego en las que, por denuncias llegadas a este colectivo, no se respeta lo que en su día la autorización administrativa obligaba, reteniendo más agua de la debida con el consiguiente daño al cauce al cual deberían tributar.
Añaden Ecologistas Plasencia, que es una práctica habitual el extraer mediante bombeo, las más de las veces de forma ilegal, agua de los cauces del río Jerte. Acciones que son generalizadas en el Alagón y gargantas del Valle, La Vera, Hurdes, Valle del Ambroz que sumadas a la construcción de múltiples y grandes balsas en algunas zonas, actúan sinergicamente, haciendo la presencia del agua en algunos cauces algo meramente testimonial.
El detrimento causado por las prácticas anteriores: bombeos ilegales y balsas de riego, agravan y dañan, en ocasiones, la rica flora y fauna que caracterizan los ríos y valles anteriormente citados. Si a esto se añade la presencia de industrias en las zonas, el irregular funcionamiento de las estaciones depuradoras en los municipios, el uso constante de productos procedentes del abono de cultivos y otros fitosanitarios, que con las lluvias son arrastrados; no se puede comprender que se concluya que el estado de las aguas del río Jerte sea bueno.

Ecologistas Plasencia cree, que coordinadamente, Confederación H. del Tajo y la Consejería de I. y M. Ambiente, con la puesta en marcha de un programa de uso racional y alternativo de abonos, herbicidas, insecticidas y otros, exigencias de funcionamiento óptimo de las estaciones de tratamiento de aguas residuales en todas las localidades obligadas a ello, así como una campaña de inspección y control exhaustivo por parte de la comisaría de aguas del Tajo enmendarían en posteriores años esta degradación y muerte del Jerte así como la “guerra encubierta por el agua” a la que se asiste, resarciendo a los ciudadanos el derecho al uso y disfrute de la misma además del mantenimiento de las condiciones necesarias para que los ríos; como sistemas dinámicos y vivos que son sigan siendo, como hasta ahora, elementos imprescindibles en nuestra salud y necesidades.