domingo, 16 de marzo de 2008

El Ayuntamiento de Plasencia vierte cada año a las alcantarillas cerca de sesenta mil euros en agua potable


Fuente manando libre en el Parque de los Pinos
(Todas las imágenes se puede ampliar haciendo clic en ellas)

Miembros de Ecologistas Plasencia han medido el caudal de las múltiples fuentes de agua potable que manan libremente por toda la ciudad. Los resultados son impresionantes a la vez que descorazonadores, y dicen muy poco del ejemplo que la institución municipal debiera dar a la ciudadanía.

El pasado domingo 9 de marzo, día de elecciones, miembros de Ecologistas Plasencia decidieron realizar un estudio sobre cómo se malgasta el agua en la ciudad. Decidieron centrarse únicamente en las tomas de agua potable por ser éstas de circuito no retornable, dando por sentado que el resto de surtidores disponen de algún mecanismo que permita reaprovechar el agua.


Dos chorros por el precio de uno en el Parque de los Pinos

En total fueron localizadas un total de trece fuentes, dos de ellas de doble boca. La mitad de ellas (seis) se ubican en el Parque de los Pinos, y vierten en conjunto un caudal de 46,92 litros por minuto.

De las otras siete, dos se encuentran en el Parque de la Coronación, otra más en el parquecillo de Miralvalle, una junto al acueducto, una más en el Parque de San Antón y las dos últimas en el parque de la Isla. Sumado el caudal emitido por estas siete fuentes, los ecologistas contabilizaron 53,95 litros por minuto. En cuanto a record de aforo, la palma se la lleva una de las dos fuentes de la Isla, de la que manan nada menos que 11,3 litros por minuto; sólo por esta fuente se pierden anualmente casi seis millones de litros de agua.


El derroche de agua es moneda corriente en el Parque de los Pinos

Sumadas las quince bocas de agua, resulta que entre todas vierten la friolera de 100, 87 litros por minuto. Como esta agua sale día y noche, tanto en invierno como en verano, tenemos que cada hora se pierden alegremente en el alcantarillado 6.052.2 litros, lo que hace 145.252,8 litros por día. Multiplicada esa cifra por los 365 días que tiene un año, se obtiene la desorbitada cantidad de 53.017.272 litros o, lo que es lo mismo, 53 millones de litros, que es más del equivalente a 21 piscinas olímpicas.

Hay que tener en cuenta no sólo que estamos hablando de un bien sumamente escaso como es el agua, sino que además está potabilizada, esto es, apta para consumo humano, y conseguirlo ha supuesto unos costes económicos que a la larga son sufragados por el conjunto de los ciudadanos.


Fuente a caño libre en el Parque de la Coronación

En la hipótesis de que tan descomunal consumo lo ocasionara una vivienda y se le aplicaran las tarifas vigentes, habría que multiplicar los 53.000 metros cúbicos por 0,67 euros. Luego se le añadiría el 7 % de IVA y también el 0,361 de la tasa de depuración. Al final de la cuenta tendríamos la nada despreciable suma de 57.147 euros, que equivalen a 9.508.461 de las antiguas pesetas.


El Ayuntamiento de Plasencia hace del despilfarro bandera. Otra fuente en el Parque de la Coronación

Los miembros de Ecologistas Plasencia consideran especialmente sangrante que este derroche, que raya en lo obsceno, sea promovido a la vista de todos por una institución que debería ser la primera que debería dar ejemplo de ahorro y civismo. Subrayan que se podría fácilmente evitar dotando a cada una de las quince fuentes de un pulsador de pie, y de esta forma sólo dispensarían agua cuando fuera necesario. Sostienen que los períodos de sequía -que sin duda se agravarán con el cambio climático-, incitan a que cambiemos el modelo derrochador en que nos vemos inmersos por otro basado en la responsabilidad, la eficiencia y el ahorro.

La tabla Excel con los datos de todas las fuentes se puede descargar pinchando aquí

lunes, 3 de marzo de 2008

Denuncian la nefasta gestión que Confederación Hidrográfica está llevando a cabo en las orillas del Jerte


El grupo local denuncia los múltiples destrozos que la Confederación Hidrográfica del Tajo está ocasionando en la vegetación ribereña del Jerte a su paso por la ciudad. Critican el modelo artificializador del medio que se intenta imponer desde la administración para quien parece ser que todo vale con tal de que vaya recubierto de cemento.


Hormigonado y movimientos de tierra.

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Ecologistas Plasencia desea poner de relieve el carácter bárbaro de la actuación, así como denunciar la cultura, al parecer imperante en las instituciones, de que toda intervención debe suponer obligatoriamente un empobrecimiento del medio natural.

Consideran que la última destrucción de las riberas del Jerte no es sino un episodio más de la “gestión”ya iniciada en la anterior legislatura, cuando tuvo lugar una tala masiva de árboles en el parque de la Isla y que continuó después entre el puente de Suárez y el Puente Nuevo, con la excusa de instalar pesquiles.


Los árboles talados en la penúltima agresión intentan rebrotar


Especialmente se critican las nulas garantías que se aprecian en lo que relativo a respeto y conservación del entorno, pues son fácilmente apreciables para cualquiera que se desplace hasta la zona, la destrucción innecesaria de arboleda, la poda abusiva así como la acumulación excesiva de tierra en la base de los árboles. Independientemente del valor estético, que es alto, es patente la pérdida del efecto protector de los árboles y matorrales de ribera frente a la erosión. Estando como está afectado el río por serios problemas de contaminación, este proceder injustificable e insensible viene a ser algo así como la puntilla.


La tala de árboles ha sido cuantiosa y desproporcionada.


Los ecologistas creen que se podría haber evitado todo este daño inútil si la CHT hubiera planeado esta intervención en términos de conservación, ajustando las acciones puntuales a la morfología del terreno, en lugar de acometer la modificación del terreno para facilitar las obras.


Maquinaria pesada machacando la ribera


Por otro lado, subrayan que al abrirse pistas y permitir así el acceso a los vehículos de motor hasta la orilla del río, como se está haciendo, no hace sino ponerles las cosa fáciles s a los desaprensivos que tiran basura, cambian el aceite de los motores, lavan coches, buscan lugares para hacer botellón o simplemente circulan con sus motos y quads perturbando el silencio y erosionando el terreno.


Limpieza integral del vehículo a orillas del río Jerte