Para este grupo ecologista resulta difícilmente justificable la actitud de quienes se erigen como portavoces del MSU (Movimiento Social por la Universidad), para los que al parecer todas las grandes infraestructuras son bienvenidas (Tren de Alta Velocidad, autovías a todos sitios, y últimamente el aeropuerto internacional que se ubicaría en las inmediaciones de Cáceres), y todo ello sin tener ni siquiera en cuenta los costes económicos, sociales y ambientales de cada uno de los proyectos. Ecologistas en Acción valora negativamente la visión de las cosas que tiene el MSU, pues se basa en un concepto ya caduco -el de la máxima movilidad-, que se muestra ya como claramente insostenible en un mundo amenazado por el calentamiento global y la escasez de combustibles fósiles. En especial, el grupo ecologista no comprende cómo se plantea y alaba ahora la necesidad de un aeropuerto en Cáceres cuando el de Badajoz no acaba de funcionar a pleno rendimiento y cuando se habla precisamente de que será el costoso y elitista AVE quien quite pasajeros al avión. Aparte de cuestionar su necesidad, lo más sangrante del caso es que se proponga como modelo al aeropuerto de Ciudad Real, cuyas obras al día de hoy se hallan paralizadas por incumplimiento de la legislación ambiental.
Ecologistas en Acción de Plasencia desea también recordarle al MSU que, con tanto afán por las grandes obras y por el crecimiento desmesurado del número de turistas, se corre irónicamente el riesgo de desvirtuar lo que atrae a los visitantes: los valores naturales de Extremadura y un turismo sostenible y responsable.
Además lamentan que este movimiento -que como bien indica su nombre surgió en para otros fines bien distintos-, se utilice en la actualidad como plataforma política para defender los postulados del sector del PSOE más desarrollista y antiecológico.
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